El 16 de mayo del año 2010, Gustavo Cerati apuraba la recta final de uno de sus conciertos en Caracas cuando, de repente, se desvaneció. El músico argentino había sufrido un derrame cerebral por obstrucción de la arteria carótida interna izquierda. Un respirador artificial mantuvo su corazón con vida durante cuatro años. El verano pasado, la infección respiratoria que padecía comenzó a complicarse. Nunca despertó del coma. Falleció el 4 de septiembre del 2014. Once meses después, coincidiendo con el aniversario de su cumpleaños -este martes cumpliría 56 años-, sale a la luz una polémica biografía, firmada por el periodista y secretario de redacción de la edición argentina de la Rolling Stone, Juan Morris, que ahonda en lo que sucedió aquella noche en Venezuela.
Cerati: La Biografía reconstruye las últimas horas de Gustavo Cerati a golpe de charlas con las personas más cercanas al exvocalista de la popular banda de rock Soda Stereo. A pesar de ello, el extracto que ha publicado como avance este fin de semana el diario Clarín ha echado sal sobre la herida de familiares y amigos del músico, que consideran el texto impreciso y carente de veracidad. Su propio hijo, Benito, ha mostrado su disconformidad con la edición a través de sus redes sociales. «¡Buenos días, amigos! Queremos informarles que tengan cuidado. La biografía de GC que anda dando vueltas carece de veracidad. Tiene muchas imprecisiones y no está autorizada por la familia. Además está escrita por alguien que nunca lo conoció ni tiene vínculo con ninguno de los miembros de la familia. Por ahora no hay nada oficial. ¡Gracias!».
¿Qué es lo que desvela Morris sobre Gustavo Cerati que tanto ha indignado a sus familiares?
Para empaparse del mito del rock argentino, el periodista se puso en contacto con las exnovias del compositor, con sus compañeros de primaria y sus amigos de la facultad, con sus colegas más íntimos, con su tia y con su abuela. El resultado son más de 300 páginas que reconstruyen su vida personal por etapas, su trayectoria artística enmarcada en su respectivo contexto político y social, la fatídica noche caraqueña, el final del show, el diagnóstico, la atención médica y los cuatro largos años de inconsciencia que vinieron después.